*En medio de una aterrorizante polarización*
Por: El Tiranosaurio Digital
Más de 15 millones de colombianos no votaron en las elecciones legislativas del 11 de marzo pese a lo que representa el Congreso para Colombia, encargado de elaborar las leyes y las reformas que rigen a la sociedad. Por eso el próximo 27 de mayo no repita la historia y para las presidenciales vaya y vote, invite a votar a quienes no votan e infórmese para que vote bien.
Es que este año (2018), de 36.493.318 habilitados para votar, salieron poco menos de la mitad a ejercer su deber y su derecho a elegir (48.78%) –un número negativo, pero supera el del periodo electoral anterior (2014-2018) en poco más de 4%[i]–. Lo que representa que solo la mitad de los colombianos está decidiendo sobre el futuro del país. Lo peor, lo hacen en medio de una guerra civil ideológica, fraccionada en varios partidos que mueven peligrosamente a los colombianos de izquierda a derecha. Por eso el próximo 27 de mayo infórmese y vaya y vote. Note que si votan los que no votaron, otra voz resonará en el país.
Para hacerlo tiene siete candidatos presidenciales a su elección y el voto en blanco, así como un amplio espectro ideológico, donde podría sentirse identificado. Los que se lanzaron este año son (en orden alfabético): Germán Vargas Lleras (de 56 años), Gustavo Petro (58), Humberto de la Calle (71), Iván Duque (41), Piedad Córdoba (63), Sergio Fajardo (61) y Viviane Morales (56).
Entre esos siete hay herederos de maquinarias políticas o familiares que los han impulsado donde están, algunos se encuentran relacionados en la opinión pública con la insurgencia y el populismo y otros en el centro, donde poco y todo pasa. Además, está el voto en blanco, que, de ser mayoría absoluta, obligaría a repetir las elecciones con nuevos candidatos[ii].
Los respaldados principalmente por grandes poderes políticos e historia familiar son Germán Vargas Lleras –su abuelo Carlos Lleras Restrepo fue presidente entre 1966 y 1970– e Iván Duque, apoyado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien, de poner al candidato en la presidencia, sería el segundo apadrinado que lleva al alto cargo después de Juan Manuel Santos y de sus 8 años de Gobierno. Ellos representan la derecha.
En la otra punta están Gustavo Petro y Piedad Córdoba, dos candidatos cuyo pasado está relacionado a movimientos insurgentes y populismo –sobre todo Gustavo Petro por su militancia en el M19–. Ambos destituidos por la Procuraduría y reintegrados legalmente por el Consejo de Estado a la vida política. Ellos representan la izquierda.
Y sin tendencias, en el centro, están Humberto de la Calle, Sergio Fajardo y Viviana Morales. Los dos primeros, quizá la posición más central en esta lucha. Humberto de la Calle, el hombre que lideró desde el Gobierno la desmovilización de las FARC y, Sergio Fajardo, con una amplia y reconocida vida política que conquistó tempranamente desde las aulas de clases y el campo intelectual.
Y finalmente Viviane Morales. Ella, reconocida por haber sido la primera mujer en Colombia en ocupar la dirección de la Fiscalía General de la Nación (2011), y por la sorprendente celeridad con la que actuó en muchos casos la entidad bajo su cargo –donde resaltan las chuzadas del DAS y Agro Ingreso Seguro–.
Y cabe recordar que antes eran ocho candidatos con Juan Carlos Pinzón, quien pasó de la industria privada a las entidades públicas cogido de la mano de Juan Manuel Santos. A quien nunca soltó desde que lo asesoró cuando fue Ministro de Hacienda de Andrés Pastrana, hasta hace meses cuando anunció que sería candidato presidencial desde Washington (Estados Unidos) donde era cónsul del mismo Gobierno. Desde ayer –16 de marzo/2018– es fórmula vicepresidencial de Germán Vargas Lleras.
¿Por qué votar por alguno de ellos?
El próximo 28 de mayo -un día después de la primera vuelta presidencial -o de llegar a pasar el 18 de junio -un día después de la segunda- quien sea el nuevo Mandatario de Colombia (2018 – 2022) estará encargado de la continuidad o reforma a la implementación de los acuerdos tras el Proceso de Paz con las FARC y la importancia que representa eso para los colombianos. Porque más allá de garantizar la reintegración de más de 6000 exguerrilleros, el país está sumido en una época de gastar lo mínimo necesario (austeridad) desde hace décadas, incluidas las necesidades de los colombianos.
Tan solo este año se redujeron los gastos para Cultura (de 408 a 352 miles de millones de pesos); Ciencia y Tecnología (de 380 a 222); Deporte y Recreación (de 587 a 221); y aunque poco, Educación (de 35.436 a 35.394). Cabe resaltar que para 2018 Salud y Protección Social subió de 23.301 a 24.671 miles de millones de pesos[iii].
Por eso el próximo 27 de mayo vaya y vote. Haga valer su derecho, cumpla su deber y estudie para que vote bien. Además, el 27 de mayo también podrá votar para bajarle el sueldo mensual de 33 millones y piquito de pesos a los congresistas, otra elección que es un gran incentivo para que se acerque a las urnas a cambiar el futuro del país.
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